Hay personas que viven como si vivir fuese lo más natural del mundo. Hay otras que se angustian y sin cesar se interrogan sobre esta existencia que no han buscado ni saben para
Yo diría que los filósofos pertenecen a esta tercera categoría, con la excepción de aquellos que, no sabiendo navegar debidamente, acaban de mala manera rompiéndose el alma contra los escollos, como el tal Nietzsche.
La frase con que he iniciado este escrito es de J.P. Jacobsen y la he hallado citada en un ensayo de Claudio Magris sobre el poco conocido escritor danés. La verdad es que me ha impactado. Y es que, cuando uno se encuentra con frases como ésta, no puede menos que preguntarse ¿a qué tanta palabrería inútil cuando existe la posibilidad de expresarse así? Posibilidad para unos pocos, cierto, porque la inmensa mayoría necesita ingentes cantidades
Sí, me ha impactado. Y después de considerarla un buen rato, de adelante hacia atrás, de atrás hacia adelante, de arriba abajo y de abajo arriba, he llegado a la conclusión de que la frase posee incalculables cualidades creadoras, es decir, que es susceptible de desplegarse infinitamente dando origen a multitud de mundos mentales. De esos que los filósofos van colocando en las esferas donde giran hipótesis y teorías.
Hay personas que viven como si vivir fuese lo más natural del mundo. Primera reacción: por supuesto, ¡qué cosa más natural que la vida! ¿No sería un contrasentido considerarla como algo antinatural, cuando es naturaleza pura?
Pues no tan por supuesto. Es verdad que en el planeta tierra la vida nos parece natural. Pero si nos apartamos un poco y nos vamos a la Luna, o a Marte, o a cualquier planeta de los
Ya lo dijo Kant,las leyes de las estrellas nos anulan.La ley ética,que está dentro de nosotros,nos reivindica..Sobrevivir es la ley,Discutamos sólo y tan solo cuando de ello pueda hacerse algo.De todas maneras,meditar y discutir entre amigos,es un placer.
Bien dicho.
Desconozco si las rocas de mercurio, o la atmosfera de marte, o los crateres de la luna o los gases de saturno se les puede considerar inertes y sin vida. Por contra, creo que todo está en permanente reacción y transformación. Y ese es quizá el sentido último de la vida, no la muerte, sino la permanencia a través del cambio. Que eso no calma la ansiedad de las almas inquietas, sin ninguna duda, pero quizá con un poco de humildad podriamos entender que “la vida” no necesita llegar a ningún puerto ni sirve a ninguna finalidad fuera de si misma. Si observamos cualquier forma de la naturaleza se mueve entre un desequilibrio y la busqueda del equilibrio perdido y en ese proceso se evoluciona hacia otras formas. El problema está en que nosotros, en la forma corporal como nos percibimos, somos perecederos, no nos conformamos, no podemos entender, necesitamos dar un sentido, un objetivo, un más allá. Yo no entro en las vias religiosas que dan diferentes respuestas, tampoco niego ninguna de ellas, simplemente creo que continuamos haciendo lo mismo de siempre antropomorfizar el universo. Sigamos…….
Consideraciones profundas, interesantes y que, en parte, comparto, Eugenia. Ahora bien, yo creo que, por mucho que lo intentemos, no podemos no antropomorfizar el Universo, pues todo el Universo que podemos captar y entender se representa en nuestra mente.
Hola antoniopriante.
Hola antoniopriante.
Un blog… (Pues la rayita vertical no hace otra cosa que parpadear… Los filósofos, qué duda cabe, son los indecisos).
Y aunque tras ese alarde de ingenio espontáneo regurgitado la frase célebre tenga varios modos de expresarse, solo un denota y, más necesario aún, connota el significado de ese momento de delirio, probablemente inadvertido por el autor. Quizá por eso hay frases tan familiares, porque manifiestan un sentimiento común de enajenación. (Y pensar que la conformidad es un delirio igualmente insano).