El tiempo que pasa (sabiduría clásica II)

La necesidad de aprovechar el tiempo es una de las principales preocupaciones de Séneca. Ya la primera carta a Lucilio la dedica a este tema:reloj2

El tiempo que hasta hoy te han estado tomando, te han estado robando o que te ha huido, recógelo y aprovéchalo. Persuádete de que es tal como te lo estoy escribiendo; unas horas nos han sido tomadas, otras nos han sido robadas, otras nos han huido. La pérdida más vergonzosa es, sin duda, la que acontece por negligencia. Y si te fijas bien, la mayor parte de la vida la pasamos entregados al mal; otra parte, y no menguada, sin hacer nada, y toda la vida haciendo lo que no deberíamos hacer. […] Asegura bien el contenido del día de hoy, y así será como dependerás menos del mañana. Aunque aplacemos las cosas, la vida nos huye. Todas las cosas, Lucilio, en realidad nos son extrañas, solo el tiempo es bien nuestro. (Cartas morales a Lucilio, I, trad. Jaume Bofill i Ferro)

En varias ocasiones sostiene Séneca que la vida no es breve, que somos nosotros los que no la sabemos aprovechar. ¿Y cómo la desaprovechamos? Dedicando nuestro tiempo a actividades absurdas que nos van alejando de la posibilidad del verdadero goce de la vida.

Larga es la vida si la sabemos aprovechar. A uno detiene la insaciable avaricia, a otro la cuidadosa diligencia de inútiles trabajos; uno se entrega al vino, otro con la ociosidad se entorpece; a otro fatiga la ambición pendiente siempre de ajenos pareceres, […] Hay otros que en veneración no agradecida de superiores consumen su edad en voluntaria servidumbre, […] Pequeña parte de la vida es lo que vivimos: porque lo demás es espacio, y no vida, sino tiempo. (De la brevedad de la vida, I ; trad. Pedro Fernández Navarrete).

En cierto momento, Cicerón, hablando por boca de su personaje Catón el Viejo, opina que la longitud del tiempo es indiferente; que, una vez transcurrido, no importa si fue largo o corto, porque, al pasar, da muerte por igual a todo lo que en su escenario ocurre:

No me parece duradero nada que tenga un término; en efecto, en el mismo momento de llegar éste, se desvanece todo lo que ha pasado. (Sobre la vejez, XIX, LXIX; trad. Eduardo Valentí Fiol).

Quizá quien con más acierto y contundencia expone el rasgo fundamental del tiempo que pasa sea un poeta, Publio Ovidio Nasón, y lo hace con solo tres palabras, que vale la pena recordar en su versión original: tempus edax rerum:

El tiempo, devorador de las cosas. (Metamorfosis, XV, 234)

2 comentarios

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2 Respuestas a “El tiempo que pasa (sabiduría clásica II)

  1. Es posible que «tempus edax rerum» pero, por suerte, nos queda el recurso de la memoria para evocar en cada momento ese tiempo pasado aunque las cosas que lo ocupaban ya no existan, aparte de revivirlas de la forma que más nos place pues ya sabemos que el recuerdo nunca es una copia exacta.
    Otra cosa es la forma de ocupar el tiempo que tanto preocupa a Séneca pero ese es un concepto tan subjetivo y depende tanto de nuestra escala de valores. Lo que si creo que es bastante general es la sensación de desasosiego ante la percepción del tiempo subjetivamente «mal aprovechado»

  2. Es curioso que se haya malentendido hasta tal extremo esta filosofía de los antiguos, que el «Carpe diem» sea el lema de la mayoría de la gente y que crean que significa precisamente todo lo contrario a su sentido original. Así nos va.

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