¿Quién entiende a Schopenhauer (y a Kant)?

No es que haya leído a muchos, pero, por lo que conozco, tengo la impresión de que Arthur Schopenhauer es uno de los filósofos que mejor escriben, quiero decir, que mejor se expresan. Con claridad, inteligencia y buen estilo. Tiene las ideas muy claras y sabe comunicarlas de una manera eficaz, a diferencia de otros, de ideas más bien confusas y que las comunican de la forma más embrollada posible a fin de que no se note el embrollo original. Para Schopenhauer, el ejemplo máximo de este último tipo de filósofo es Hegel, pero yo creo que, si pensaba así, era porque no llegó a conocer a Heidegger. Ni a otros muchos que han sentado cátedra y vendido libros en el último siglo y medio.

La prueba irrefutable de lo que digo acerca de la claridad expositiva del de Danzig es que incluso yo, que no he sido llamado para escalar las altas cimas de la abstracción, puedo seguirle con cierta facilidad.

Y sin embargo, hay una excepción. Se trata de una idea sobre la que fundamenta su teoría acerca de la libertad o necesidad de los actos humanos, es decir, sobre la moral. Me encantaría que alguien aportase alguna luz.

Expongo la cuestión con las mismas palabras del filósofo, sacadas de su tratado Sobre el fundamento de la moral:

...a cada individuo dado, en cada caso individual dado, sólo le es posible una acción: “operari sequitur esse[el obrar se sigue del ser]. La libertad no pertenece al carácter empírico sino al inteligible. El operari de un hombre dado está determinado necesariamente, desde fuera por los motivos, desde dentro por su carácter; de ahí que todo lo que hace se produzca necesariamente. Pero en su esse, ahí se encuentra la libertad. Él habría podido ser otro: y en aquello que es radica la culpa y el mérito. Pues todo lo que él hace resulta de ahí mismo como mero corolario. A través Kant2de la teoría de Kant se nos rescata del error fundamental que colocaba la necesidad en el esse y la libertad en el operari, y se nos conduce al conocimiento de que la cosa es exactamente al revés.” (Traducción de Pilar López de Santa María)

A cuantos conocedores de la filosofía de Schopenhauer lean esto les emplazo a que me den una explicación comprensible de la proposición enunciada en la frase que he puesto en negrita. O sea: ¿cuándo y cómo podía haber elegido yo (o tú) ser otro?

21 comentarios

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21 Respuestas a “¿Quién entiende a Schopenhauer (y a Kant)?

  1. No se si tu duda sigue vigente. El operari es necesario por la Causalidad y el ese es libre porque está considerado como existencia, no determinada, y libre de determinarse. Con otras decisiones hubieras sido otro, pero no tomaste aquellas y por eso es imposible esa existencia. No se si se comprenderá.
    Saludos

    • antoniopriante
      antoniopriante

      Hola, Alejandro. He leído tu comentario y pienso leerlo unas veces más a ver si comprendo. Creo que el meollo de la cuestión que planteo está en tu frase «Con otras decisiones hubieras sido otro». ¿Otras decisiones? ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo?

      • «La libertad de la voluntad (libre arbitrio) significaría, pues (dejando a un lado las logomaquias de la filosofía universitaria), que «un hombre puede, en una determinada situación, decidirse por dos acciones diferentes». Pero esto es un absurdo tan cierto y demostrable (…)» Pag. 43 del Principio de la Cuadruple Raíz del Principio de Razón Suficiente. Y cita a Kant: «Cualquiera que sea el concepto que nos formemos del libre arbitrio con fines metafísicos, sus manifestaciones son las mismas; las acciones humanas, así como todo otro fenómeno de la naturaleza, estarán determinados por leyes naturales generales.»
        A mí criterio está diciendo claramente que el ser es libre pero el operar es necesario. Que el ser es libre quiere decir que en la conceptualización puede plantearse que hubo múltiples caminos, más solo hubo uno porque solo podía haber uno.

      • ¿Dónde? en la abstracción de los conceptos. ¿Cuándo? en el ejercicio de la combinación de conceptos. ¿Cómo? «El intelecto del hombre es doble: al conocimiento por medio de la intuición se unen los conocimientos abstractos que no están relacionados con la actualidad; en otras palabras, posee la razón.» Pag. 43 Cuadruple Raíz del Principio de Razón Suficiente(en el comentario anterior redacté mal el nombre al poner dos veces Principio).

        Saludos

      • antoniopriante
        antoniopriante

        Saludos, Alejandro. Seguiremos pensando…

  2. Antonio, preguntas cuándo y cómo podía haber elegido yo (o tú) ser otro. Pero no olvides que para Schopenhauer (y Kant) en el ámbito moral no hay cuándo ni cómo porque no hay tiempo ni causalidad. Por eso les resulta tan difícil a los dos articular un sistema ético coherente hasta el final. Y por eso afirma Schopenhauer, siguiendo a Malebranche, «La liberté est un mystère».

  3. El tema se trata ampliamente en el otro escrito ético, el de la libertad de la voluntad. En cualquier caso, esa posibilidad de haber sido otro no significa un momento previo a la existencia individual en que podamos elegir nuestra personalidad: entre otras cosas, porque el esse no se refiere al carácter empírico sino al inteligible. La diferencia ética de los caracteres es una de las partes más conflictivas de la ética de Schopenhauer, y él mismo lo reconoce así en alguna ocasión. A mi parecer, esa capacidad de elección («haber sido otro») remite a dos cuestiones principales: primero, al fundamento metafísico de la moral, según el cual el ser bueno o malo (el ser o no ser) se reduce a querer o no querer, esto es, afirmar o negar la voluntad. En segundo lugar, al hecho de que para Schopenhauer (véase el Tratado sobre la libertad) la libertad de la voluntad tiene como supuesto la aseidad. Es decir, que la posibilidad de ser uno u otro se basa en que el ser libre es obra de sí mismo.
    Y temo que con esto he liado aún más la cuestión.

  4. llatpic
    llatpic

    La frase en negreta és en condicional, per tant intrascendent en la comprensió del fil argumental, basat en l’ara.

  5. No interpreto que podamos elegir, lo que parece decir es lo contrario, que no hemos podido elegir, aunque podriamos haber sido otro, si nuestro caracter y nuestras circunstancias hubiesen sido diferentes, lo que Ortega mas tarde definió en su famosa frase.

  6. César

    Puede que se trate de un problema de traducción.
    Tampoco motivo es un término adecuado. Motivo es la combinación de necesidad interna y estímulo externo. Tanto la una como la otra admiten todo tipo de variables , de leve a imperiosa , de débil a intenso. De la mezcla de ambos las posibilidades de motivación son innumerables.

    Eugenia explica bien el desarrollo normal del carácter y, «normalmente «, actuamos en consecuencia y con escasa libertad siguiendo los dictámenes de la «voluntad «. Pero también podemos sublimar los motivos como representación e incluso ir totalmente en contra de la poderosa voluntad hasta pagar con la propia vida , que es negar la voluntad del todo, por una idea altruista en beneficio de otros. Creo que esos son los verdaderos mártires y santos. El cura polaco que en Auswich dio su vida por un casado padre de familia, por ejemplo .

    El operari se encuentra determinado por la combinación de las necesidades internas y los estímulos externos. La libertad efectivamente radica en el ser,que aunque esté determinado por la natura y la cultura, puede ir conscientemente en contra de ambas, saltándose los motivos,siguiendo sus propias convicciones, sean o no afortunadas. Su operari seria el resultado de una elección interior. La elección supone libertad y la culpa o el mérito.
    ¿No es ese el pecado original, la posibilidad de elegir aunque sea salir del Paraíso?. Y todo ello por acceder al conocimiento.

    Nada , que acceder al conocimiento nos hará más libres. De ahí que leer tu blog sea imprescindible…

    • antoniopriante
      antoniopriante

      Encantado de leerte por aquí, César. Primero de todo, quiero que quede claro que no pienso erigirme en árbitro o juez de una contienda filosófica. Simplemente he planteado una duda con la la esperanza de que alguien me aporte alguna luz. Dicho esto, hay una cuestión de detalle que sí me gustaría aclarar. Y se refiere al término «motivo». Yo creo que no se trata de si es adecuado o no a la luz de determinada definición en psicología. Se trata de que, en su arraigada concepción determinista, Schopenhauer entiende por tal lo que mueve al individuo a actuar, según su carácter – congénito e inmutable -, con la necesidad de lo que en el mundo no humano llamamos «causa». Y gracias por tus amables palabras.

      • Al motivo Schopenhauer lo tematiza como la tercera forma de la causalidad, la cual refiere a los animales y tiene por medio a la inteligencia. Esa sería la forma de externo e interno unificado en la expresión «motivo».
        Necesidad interna y estímulo externo acontecen en un mismo momento para Schopenhauer, la intuición.

  7. En «El libre Albedrío» esta claro que la libertad es patrimonio de la voluntad, no del individuo que es un mero instrumento o su representación.

  8. Vamos por partes: Nuestra forma de actuar (operari) corre paralela a nuestra forma de entender la moral. Generalmente en la mayoría de individuos no sociópatas e integrados, el código de conducta suele estar en concordancia con la escala de valores del grupo o grupos en los que estamos inmersos (entiéndase: etnia, religión, grupo social, secta, familia, etc). Este intercambio entre nuestro yo único, con sus necesidades, sus peculiaridades, sus motivos y las normas del grupo, se inicia en los primeros años y nos va moldeando hasta construir una forma de conciencia adulta que nos llevará a pensar y operar según lo que el “superego” espera de nosotros, intentando no llegar a confrontaciones excesivas con nuestro “yo” más íntimo (ese sería el modelo menos patológico)

    Dicho esto, todos los individuos pertenecientes a un mismo grupo actuarían ante las diversas situaciones, de forma similar y de acuerdo con los valores de ese grupo en cuestión. Sin embargo, eso no sucede así, puesto que, independientemente del grado de adhesión social del individuo y de la presión cohercitiva del grupo, hay un elemento fundamental: la propia individualidad, que muchas veces se antepone o se lleva mal con los mandamientos del colectivo.

    Es el carácter, esa impronta personal que se va forjando a base de empujones genéticos y aprendizaje cultural. Es lógico pensar que al principio, los imperativos primarios e instintivos prevalecen sobre cualquier forma de imposición externa. Pero pasito a pasito la interrelación con el entorno y sobre todo las consecuencias que se derivan, pronto nos hacen adquirir conciencia de lo que es ventajoso de aquello que hay que evitar, de lo que acaba en premio o acaba en castigo, y es a partir de estos esquemas simples cuando entramos en el proceso de adecuar nuestras respuestas innatas, no aprendidas a las exigencias de nuestro grupo social. Así hasta adquirir rituales complejísimos de adaptación a las normas y una conciencia plena de lo que es la ética o conjunto de valores morales de una sociedad.

    Pero, volviendo a Schopenhauer, claro que la responsabilidad última no está en el “operari” pues éste sería el resultado directo del carácter o dicho de otro modo, del tipo de relación que “libremente” hemos decidido mantener con nuestros vecinos después de un largo proceso de moldear y flexibilizar “lo que nos pide el cuerpo”.

    Si alguien consigue dialogar y ponerse de acuerdo con su «Yo» más acuciante y que éste reconozca las ventajas de un comportamiento ético que beneficie al resto y por ende, a nosotros mismos, habremos logrado ser una buena persona, o al menos comportarnos como tal.

    Todo ello, claro está, en el contexto de una sociedad que respete la voluntad y la libre elección de cada individuo (cosa cada vez más dificil de encontrar a lo largo y ancho de este mundo mundial)

  9. Tampoco soy ningún experto ni nada que se le asemeje, pero yo de ahí interpreto que uno es uno conforme a sus acciones, y que podrías haber sido «otro» si hubieras actuado de forma distinta, pero no lo hicieste, y por tanto, sigues siendo «tú».

    • antoniopriante
      antoniopriante

      Eso es precisamente lo que el Filósofo niega: que uno pueda actuar de forma distinta de como actúa, porque ya está determinado por el carácter y los motivos. Es en la elección de su carácter (¿cuándo? ¿cómo?) cuando decide libremente.

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